Aprovechando esta jornada de descanso,
quiero compartir con vosotros un tema que me preocupa sobremanera, y que no
quiero dejar pasar más tiempo porque albergo algunas dudas.
He de reconocer, que antes de decidir
ponerme manos a la obra con esta bendita locura de preparar la maratón,
desconocía por completo el concepto de “ritmo extensivo” y cuál era su
significado. Voy a procurar explicaros como lo entiendo, cuáles son mis dudas y
espero que comentéis esta entrada aportando vuestro conocimiento al respecto,
que sin duda me ayudará a entenderlo mejor y poder aplicarlo a mis entrenos, y
por ende, mejorar mis resultados.
Cuando realizamos cualquier tipo de
ejercicio físico, nuestro organismo acude a distintas fuentes de energía para
permitir a nuestro cuerpo poder realizarlo. Son tres fuentes de energía las
fundamentales, pero nos basaremos en las dos que nos importan; las grasas y los
carbohidratos.
La diferencia entre que el organismo acuda
a una u otra reside en la intensidad con la que realicemos nuestra actividad física.
Si basamos nuestro ejercicio en el ritmo sobre el que queremos el día de la
competición registrar nuestra marca, o sea, un ritmo relativamente alto,
estaremos consumiendo carbohidratos. Qué ocurre cuando sólo consumimos
carbohidratos, pues que cuando terminamos con las reservas de carbohidratos, se
acabó lo que se daba. Nuestro cuerpo se quedó sin energía para seguir tirando.
Quizá nuestros entrenos los hemos completado bien, encontrándonos cómodos y
finalizando los mismos satisfactoriamente. Pero el día de la competición,
cuando rebasemos los 28-30-32 Km, no podremos seguir avanzando. Habremos
desestimado el consumo de las grasas como fuente de energía y hasta ahí
habremos llegado.
¿Cómo acostumbramos a nuestro organismo a
acudir a las grasas como fuente de energía en nuestros entrenamientos? Bajando
la intensidad del mismo. Rodando a un ritmo más lento que el que tenemos
previsto realizar en nuestra competición. A ese ritmo que establezcamos,
permitiendo el consumo de las grasas, se le denomina “ritmo extensivo”.
Por ejemplo, si pretendemos bajar en
maratón de las 3 horas y media, nuestro ritmo de carrera debe ser de 5’x1000.
Bien, pues nuestro ritmo extensivo debe situarse entre los 5’40’’ y los 5’45’’.
Bueno, hasta aquí la teoría, que creo que
debo tenerla aprobada. Ahora me surgen ciertas dudas.
Entiendo lo del ritmo extensivo como un
método para preparar a nuestro organismo para que el día de la competición,
desde la primera zancada consuma grasas, permitiéndonos mantener durante el
tiempo necesario el ritmo que nos permita conseguir la marca deseada. O sea, un
método de trabajo para acostumbrar al cuerpo a consumir grasas, rodando a
ritmos ligeramente más bajos que el que pretendemos hacer en competición, pero
que progresivamente durante los entrenos iremos acelerando. Si esto es así:
- ¿Cómo establezco el umbral extensivo? O
sea, si quiero hacer 5’x1000 en la maratón, ¿en qué rango de 5’ a 6’ me muevo?
¿Cómo sé a qué ritmo estoy consumiendo grasas?
- ¿Cómo incremento mi ritmo extensivo? ¿con
qué grado de avance? ¿en función de qué? ¿Control de las pulsaciones?
- Estos rodajes en las semanas de entreno,
¿deben completarse de principio a fin en ritmo extensivo, o puedo progresar
para ir acercándome al ritmo de competición al finalizar el rodaje?
Bueno amigos, primero os dejo un vídeo muy interesante sobre todo este tema. Me ayudó a entender todo lo que os he contado y me parece muy interesante. Es el primer capítulo de varios que podéis encontrar en youtube.
Y por otro lado, por favor, aportad vuestro
conocimiento dejando vuestros comentarios, me serán de mucha ayuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario