lunes, 27 de julio de 2015

Cual ave Fénix, resurgiendo de las cenizas.

Tengo que reconocer que me avergüenzo un poco a la hora de retomar este blog. Sólo con ver las últimas entradas que publiqué, hace más de un año...."Nuevos objetivos, nuevas zancadas", "Horizonte Valencia'14....", y como ha ido el devenir del tiempo, hace que experimente una sensación de culpabilidad por tantos meses de abandono.

Es cierto que en este año largo han sido varias las vicisitudes a las que podría achacar este dique seco (6 meses desplazado en Barcelona, bajón post Maratón de Sevilla.....), pero nunca pensé que podría abandonarme de esa forma.

Como quiera que sea, aquí estoy, retomando 2 proyectos en los que estoy albergando muchas esperanzas. Retomar este blog y devolverle la vitalidad y frescura de la que disponía, y por otro lado sentirme feliz y de nuevo orgulloso al calzarme las zapatillas.

En el segundo de los objetivos vamos empezando a volar. No en el sentido literal de la euforia. Hasta hora estoy consiguiendo completar 5 kilómetros sin tener que pedir un pulmón de repuesto, pero he recuperado en las últimas semanas las buenas sensaciones. He conseguido perder casi 5 Kg en el último mes y medio y era lo que necesitaba para poder tirar de mi cuerpo. Las sensación al correr en Alicante en las últimas semanas es indescriptible. Es asfixiante esta calor y la humedad del ambiente, sin consuelo cuando llega la tarde/noche. Pero bueno, ya han sido demasiados meses de excusas y ahora no hay vuelta atrás.

No quiero todavía ni pensar en objetivos ni metas, ni competir ni nada de nada. Sólo recuperar mi cuerpo. Hasta ahora no se ha quejado de nada. Algún pinchazo en la rodilla conflictiva, pero nada de lo que preocuparse. 

Espero poder contaros muy pronto avances importantes.
Recordad, cada zancada cuenta.

Ya os echaba de menos!!

domingo, 18 de mayo de 2014

Horizonte Valencia'14. Primer hito, mi mejor 10K.

Aunque el plan de entrenamiento para Valencia no arrancará hasta primeros de Agosto, es el momento de ir estableciendo rutinas previas que vayan estimulando mente y músculos.

Si bien no he parado en las últimas semanas, he ido un poco a mi bola, “a demanda”, y eso ha motivado recuperar algún que otro kilo y albergar la sensación de un paso atrás después de todo lo caminado. Esto último, finalmente, y una vez retomado cierto hábito de entreno, parece que no es tan grave como pensaba.

4 entrenos esta semana que han sido más que suficientes para establecer el punto de partida para comenzar con los nuevos objetivos. Quedan de manifiesto 2 aspectos a tener en cuenta: El estado físico de partida es bueno, mi cuerpo ha asimilado la carga progresiva de esfuerzo y no me he resentido más que lo habitual en estos casos, un poco de sobrecarga al inicio de la semana y poco más. La otra parte es la que me preocupa un poco más. A estas alturas del año los entrenamientos resultan mucho más agotadores. El calor y la humedad ya hacen mella, y será un hándicap de cara a los próximos hitos.

No obstante estoy muy satisfecho. Para hoy tenía previsto una tirada larga, sin pretensión, quemar zapatillas y poco más. Pero justo antes de empezar decidí testearme con un 10K. Para ello decidí recorrer el paseo marítimo, adentrándome en muelle del puerto para conseguir la distancia, aprovechando que era una hora en la que no debía encontrarme mucha gente paseando (además el día hoy en Alicante no invita precisamente a playa). Impuse de partida un ritmo exigente, con la intención de averiguar si sería capaz de mantenerlo hasta el final. Aquí puedes ver el entreno

Durante los primeros 6K me encontré muy cómodo coqueteando con los 4’30’’. Finalmente tuve que apretar un poco los dientes, motivado por el ligero ascenso del último tramo y la fatiga acumulada de tan alto ritmo, excesivo aún. Pulsaciones muy altas y fatiga final. Lógico de momento, pero ahí está el próximo reto hasta Agosto. Conseguir una mejor marca en los 10K que aún tengo por definir. Hasta ahora nunca los había hecho en 45’, así que, como cada zancada cuenta, hay mucho margen de mejora.

domingo, 2 de marzo de 2014

Nuevos objetivos, nuevas zancadas.

Una semana después de la maratón, llega el momento de pensar en nuevos objetivos, retomar entrenamientos y analizar todo lo vivido en los últimos meses.

No soy un experto ni he vivido maratones anteriores, pero creo que lo de esta semana debe corresponderse con algún tipo de síndrome post-maratón. No he tenido mucho espíritu para salir a entrenar y ni siquiera me lo he planteado. Cierto es que hubiera necesitado dar algún paseo alguna que otra tarde, pero si hubo alguna opción, el trabajo no me lo permitió. 

De todas formas, y con todo el fin de semana ocioso, tampoco lo he hecho. Pero parece que justo una semana después el reloj se activa, y toda la maquinaria se pone en marcha.

Lo primero que quería era marcarme un objetivo de aquí a final de año. Teniendo en cuenta cómo he asimilado los entrenamientos y cómo discurrió la Maratón de Sevilla, creo que estoy en condiciones de plantearme cerrar el año con un Maratón interesante y rebajar mi actual, primera y única marca hasta ahora, las 3H27’. Para ello llevaba algún tiempo barajando algunas pruebas interesantes a final de año, como la Maratón Nocturna de Bilbao (18/10/2014), pero que tendrá que ser otro año.

He decido preparar la Maratón de Valencia, que será el próximo 16 de Noviembre. Me parece una de las pruebas más interesantes del circuito, muy rápida también. 
La época es perfecta, y la temperatura es ideal. Además, lo tengo muy cerca. He leído mucho y bueno sobre esta Maratón, multitudinaria también, y que el entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias le otorgan un atractivo especial.

Como objetivo más próximo, me he inscrito al Circuito de Carreras #Sevilla10, que comenzará el 30 de Marzo con la Carrera Popular Nervión San Pablo, y que irán sirviendo de cara a seguir progresando y conseguir nuevas marcas.

En los próximos días pretendo definir las pautas de entrenamiento a seguir. La intención es ir ganando velocidad, ir forzando un poco la máquina e ir viendo la progresión posible. Mi cuerpo ya sabe de qué va la cosa, y hasta ahora me va respetando. Pretendo seguir respetándolo yo a él para que todo funcione como debe hacerlo.

Así que volvemos a la carga. Escribiremos nuevas páginas en esta pequeña historia.


Y recuerda, cada zancada cuenta!!

Crónica Maratón Sevilla 2014.


Jornada fantástica desde principio a fin.

Nos levantamos muy temprano para nuestro ya tradicional desayuno de equipo, donde nos vamos metiendo en ambiente con los nervios propios de una prueba de este nivel. Había "ansia viva" por llegar a La Cartuja y vestirnos "de corto", afrontando así la recta final hacia la salida. 

Nos dormimos un poco en los laureles y llegamos a la zona sobre 7:50, con lo cual tuvimos que sufrir cierto atasco para acceder al parking del estadio. En seguida nos preparamos y nos dirigimos hacia Carlos III para colocarnos en línea de salida. Bonito encuentro con mi amigo Jose Antonio Oliva Martín.


Salimos!!!!! El día era fantástico, solazo sevillano para la ocasión y arrancamos dirección Ronda Triana con la ilusión por bandera y con la energía que las jornadas de descanso y la preparación te otorgan. Recuerdo que finalizando Carlos III, una vez se acabaron los árboles y pabellones de la izquierda, el sol nos abrazaba para terminar de calentar nuestros motores, para que ya no pudiéramos albergar ninguna duda de que el show comenzaba. Esos primeros metros me esforcé en alcanzar el globo de las 3H30', porque en eso radicaba mi estrategia, no soltar este globo. 

Los primeros kilómetros, aunque diría que hasta la media maratón, no me supuso ningún esfuerzo. Iba disfrutando como un enano. La sensación de ser arrastrado por una marea de corredores, una ciudad volcada con los corredores, un día excelso para la práctica del deporte, mi cuerpo respondiendo, todo iba sobre ruedas. Dejé atrás a mis compañeros nada más salir, y finalizando Torneo decido dejar el globo. Su ritmo irregular, la concentración de corredores a su alrededor, que parecieran que querían coger la guita del globo, los frecuentes tirones y bajadas de ritmo me hicieron confiar en mi Garmin, que iba perfectamente guiándome en mi empeño. Así que al liberarme del globo, alegré un poco mi ritmo y rondé los 4'50'' por kilómetro hasta bien pasados los 30 Km. 
Entonces estábamos en Manuel Siurot y comenzaba la maratón. A esa altura me quedo sin referencia del Garmin, que no tenía mejor momento para saturar la memoria (por eso veréis reflejado tiempos sólo hasta el kilómetro 30 aprox). Ver a mis hijas en las inmediaciones del Benito Villamarín me hizo venirme arriba, y el paseo de la palmera lo afronté reorganizando mi estrategia psicológica, que comenzaba a derrumbarse. La entrada en el parque María Luisa ya resultó bastante dura, pero el marco incomparable de la Plaza de España entretuvo mi agonía, que por un momento, me permitía respirar. Igualmente, y aunque ya me encontraba bastante exhausto, entrábamos en una fase donde el clamor del público resultaba fundamental para afrontar el momento. Avenida San Fernando, Avenida de la Constitución, Plaza Nueva.....Impresionante, pasar bajo la Catedral de Sevilla, el público, el ambiente.....

Pero hasta ahí. A partir de aquí mi cuerpo acusó el esfuerzo, y tuve irremediablemente que reducir mi ritmo. Gracias al superávit de ritmo que había desarrollado en los 2 primeros tercios de la carrera, finalmente me permitió cubrir mi objetivo. A partir de la barqueta pareciera que subía Alpe D'huez o el Tourmalet. Esfuerzo sobrehumano ya para llegar al estadio, atravesando el Parque del Alamillo y encarando la entrada a la Gloria. 

Y ya estábamos ahí. Impresionante sensación bajar por el tunel y encontrarte dentro del Estadio Olímpico de La Cartuja. Afrontar esos últimos metros ante el público congregado en sus gradas y pellizcarte al ver el tiempo en el marcador. No puedes evitar gritar, cerrar el puño. levantarlo y gritar que sí, que has llegado a la meta, que aquello que te propusiste hace unos meses como algo que rozaba la locura, ahora lo tienes delante de tí, a escasos metros. Atrás han quedado 42 kilómetros de alegría, felicidad, fatiga y sufrimiento. Han quedado meses de carreras en soledad, bajo el negro de la noche, el agua y el frío levantino, el sacrificio por entrenar y más entrenar. Y ahora no quería llegar, quería disfrutar ese momento. Todo se centraba en visualizar esa foto, una recta, una meta al fondo y mis piernas llevándome al objetivo.

Quiero hacer mención especial al equipo que un día me permitió disfrutar de esta bendita locura, y por la que sin darme cuenta, hoy disfruto de mi mayor afición. El equipo del ClubAtletismo Lorenzo Mercadante, un equipo humano sin parangón. Abrazar principalmente a los compis que no han podido disfrutar de esta maratón por problemas físicos, Antonio González Macías y Alfonso Sánchez-Palencia, a los que les deseo una pronta recuperación y envío mucho ánimo. A los que no estuvieron por otros motivos, Antonio Jesus Macias Martin. A los gladiadores que forjaron su camino a base de zancadas, Jesús Romero GutierrezMano Bus Mano,Alejandro Alvarez Soto e isidoro. Al pretoriano Andres Martos Aranda, que superaba un bajón físico y luchó por terminar, y a otros tantos como mi primo Jose Manuel Espinar, Nacho Garcia-Filoso AlijoRafa CastroGustavo Jaramillo Silva, todos ellos héroes y espejos en los que me miro, para seguir creciendo y mejorando.



Enhorabuena a todos y gracias por, de una forma u otra, permitirme disfrutar de este embolao. Nos vemos pronto en nuevos fregaos.


lunes, 13 de enero de 2014

Resumen de Semana 8. De como casi tiro la toalla y salgo victorioso en el intento.

La semana en general ha sido una vuelta evolutiva y progresiva a la dinámica de trabajo. Como ya he dicho en el anterior post, creo que mi cuerpo a experimentado un sobre entrenamiento, y me puso las cartas sobre la mesa, de manera que la semana pasada he ido renganchándome al plan. 

De todas formas el primer día, el martes, volví a pecar de pardillo, y lo que debía ser un entreno muy suave, lo convertí en un rodaje quizá un poco excesivo, plantándome en los 50 minutos en torno a los 5'x1000, 160 ppm. Aunque no terminé excesivamente exhausto, a priori me había auto-convencido de que sería un simple trote, para ir asentando la maquinaria, pero ya ves, no aprendo

Sobre todo de cara al miércoles, para el que había previsto 4 series de 3000m a 4'35''-4'50'' los 1000. Como no podía ser de otra forma, bajé incluso de los 4'35'' en la primera (156ppm), y esto condicionó el resto del entreno, pudiendo completar sólo una serie más al mismo ritmo y pulsaciones, y siendo la última que realizaría, convirtiéndose en el primer entreno que dejo a medias desde que comencé esta historia. Un desastre.

Mi frustración fue mayúscula, y la diversidad de barbaridades que se me pasaron por la cabeza ya no cabe ni escribirlas, pero acabé muy jodido mentalmente. Comencé a plantearme las verdaderas posibilidades de éxito sobre la meta planteada al inicio, y si sería el momento de replanificar el resto del plan de entrenamiento. 

Decidí volver a darme un par de días, así que no salí ni Jueves ni Viernes. Estos dos días me vinieron que ni pintados. Pero no sólo de cara a la semana, sino para el futuro más inmediato. Valoré todo lo sufrido hasta el momento y el relativo tiempo que aún queda para intentar el objetivo. Me marqué un plan inmediato, a días vista. Finalizar la semana de la manera más coherente posible y establecer objetivos muy inmediatos. Así pues, decidí salir 45 minutos el sábado, a ritmo muy cómodo para afrontar un test de resistencia el domingo, que de hecho, era lo previsto en el plan. 2H30' de rodaje.

Así pues el domingo me levanté temprano pero sin madrugar, desayuné ligero e hice tiempo para salir con buena temperatura. Así que a las 11 estaba en marcha. Puse rumbo al paseo marítimo y no abandonaría la línea de mar hasta prácticamente llegar a Campello. Hacía un día maravilloso, con mucha gente de paseo e incluso algún que otro bañista. Cuando salí rondaban los 20 grados y no hacía nada de aire. 

Me encontraba muy cómodo, rondando a un ritmo controlado que por momentos me resultaba muy lento. Rodar a estos ritmos me cuesta, y llego a sufrir, e irremediable e inconscientemente acabo alegrando el paso. Subí perfectamente la Avda. de Villajoyosa y me introduje por San Juan bastante motivado. Cuando el crono marcó la hora y quince minutos exactos me volví.

Estuve pendiente de la zona de paso a la hora y 30 minutos, no sé, por sacar referencias. Luego pude comprobar en el google maps (sigo sin tecnología punta, pero esto va a cambiar muy pronto, lo que tarde en llegar mi amigo Nacho el próximo Viernes, para la MM de Santa Pola, que me trae mi regalo de Reyes) que con ese tiempo pasé aproximadamente por el kilómetro 19 (algo más), lo cual nos arroja, así, a bote pronto, dos lecturas muy evidentes.

Que pinta bien el marcar un buen registro en la media maratón, pero que tardé casi una hora en completar los 9 kilómetros y pico que restaban. Paré el crono en 2H22' e hice 28 Km. La media de pulsaciones fue de 154 ppm.

A partir de 1H45' comencé a notar los kilómetros. Sentí como irremediablemente aminoraba el ritmo y como los isquiotibiales me llamaban por mi nombre. Todavía me quedaba remontar hasta la Albufereta y descender la Avda. de Villajoyosa, hasta encontrar de nuevo el nivel en el paseo marítimo, ya en Alicante.

Pero bien, aunque la paliza había sido considerable, y el cansancio enorme, sentí la satisfacción de un entreno hecho en justa medida. Quizá no tenía que haber estirado tanto la distancia, pero quizá esto me sirvió para controlar mi cabeza con respecto al ritmo, que parece que últimamente se obsesiona con esto último, en contraprestación de establecer ritmos más cómodos en distancias largas. 

Tirando de la filosofía que decidí seguir, hoy he descansado y afrontamos una semana interesante, que finaliza en competición de 21 Km y que está abogada a significar una vuelta a la senda correcta. 

Así, que como cada zancada cuenta, no daré ni una por errónea, porque de todas hemos de aprender, incluso de las que nos sacan la parte más humana del gladiador que llevamos dentro.

Pájara superada. De vuelta al redil.

Ayudado por el parón navideño y las dos semanas que afortunadamente he podido pasar en “Tierra Santa”, mi cuerpo ha experimentado lo que se conoce como exceso de entrenamiento. 6 semanas entrenando 6 días a la semana motivaron que mi cuerpo hablara. 

Y ¿cómo lo hace? Pues afortunadamente lo ha hecho de la mejor forma que podía hacerlo. Mostrando apatía ante el entrenamiento, sobrecarga muscular e implicando a la mente para que motivara un descanso. La otra forma que tiene el cuerpo de decir basta es una lesión, así que al menos, he de sentirme “suertudo”.

De todas formas nunca paré. No he dejado de salir días sueltos y hacer rodajes muy suaves. Cada zancada cuenta. Esta semana pasada ya he retomado los entrenos, aunque he cumplido con 3 de los 6 entrenamientos previsto para la semana 8. Uno de ellos, por primera vez, he de dejarlo a medias, pero se trataban de 4 series de 3000 entre 4’35’’-4’50’’, y no estaba el horno para bollos.

Lo último ha sido la tirada de ayer, que os contaré en una entrada al respecto.

Es bueno estar de vuelta. Ahora la mente puesta en el próximo domingo. Muchísimas ilusiones puestas en la media maratón de Santa Pola. 

martes, 17 de diciembre de 2013

GRACIAS. ¡¡¡¡Más de 1.000 visitas!!!!

En todos los idiomas, GRACIAS.

Esto significa que hay alguien que pica y se interesa por esta bendita locura, que tras cada entreno me lleva a contaros mis penas.

Pues nada, ustedes sabréis, esto me anima a seguir contando mis batallas. Me tendréis que seguir aguantando.

Cada zancada cuenta. Ánimo!!!